domingo, 2 de septiembre de 2012

La soledad de los números primos



  Como gran lectora que soy, siempre he considerado los comienzos como una de las partes más importantes de las historias… no hay nada como una buena primera frase o una primera página sorprendente para que te enganches a la lectura y no puedas dejarla hasta el final. 

  En una conversación reciente con mi amigo Jorge, he recordado una novela que me gustó mucho hace un par de años, “La soledad de los números primos”, y he aprovechado para releerla. Es uno de esos casos en los que el primer capítulo no te deja indiferente.

   Alice della Rocca odiaba la escuela de esquí. Odiaba tener que despertarse a las siete y media de la mañana incluso en Navidad, y que mientras desayunaba su padre la mirase meciendo nerviosamente la pierna por debajo de la mesa, como diciéndole que se diera prisa. Odiaba ponerse los leotardos de lana, que le picaban en los muslos, y las manoplas, que le impedían mover los dedos, y el casco, que le estrujaba la cara y tenía un hierro que se le clavaba en la mandíbula, y aquellas botas, que siempre le iban pequeñas y la hacían andar como un gorila.

    Lo iba a poner entero, pero es un poco largo. Mejor dejo el enlace para descargar el pdf con este primer capítulo.

  Si no lo habeis leído, yo os lo recomiendo. La historia es sencilla y profunda al mismo tiempo, me parece muy interesante cómo te sientes identificado con sus dos jóvenes protagonistas en algunos momentos, situaciones ridículas, vergonzosas, … Además, es cortito. Si no te gusta, no perderás mucho tiempo con él.

  Escribiendo esto he descubierto que han hecho una peli a partir del libro, no tenía ni idea. Sólo está en italiano, pero la veré para decepcionarme un poco… porque como se suele decir, siempre el libro es mejor.


Fotos tomadas durante un divertido paseo matutino por las calles de Albacete

No hay comentarios:

Publicar un comentario