sábado, 10 de enero de 2015

El sanador de caballos

—Dices bien, joven. El que defiende sus opiniones con violencia o las pretende imponer a los demás, en el fondo lo hace porque en su interior no está lo suficientemente seguro de ellas. Por desgracia, en este mismo monasterio puedes encontrar hermanos míos que se comportan así. He sabido, por ejemplo, que fray Servando no te ha tratado nada bien, seguramente al envidiar tu talento, o tal vez por haberle hecho consciente de sus propias limitaciones.

—Fray Tomás, me reconforta saber que para vos la intransigencia es resultado de la ignorancia.



El sanador de caballos, Gonzalo Giner

No hay comentarios:

Publicar un comentario