viernes, 13 de septiembre de 2013

Ruta por el río Borosa




El pasado fin de semana hicimos una escapada a la sierra de Cazorla, precioso lugar donde perderse unos días y al alcance de cualquiera. A mi me parece un paraje encantador y me trae bonitos recuerdos de la infancia, porque mis padres nos llevaban muchas veces allí a pasar los fines de semana y disfrutar de la naturaleza.

Una de las excursiones de las que más había oído hablar era la ruta por el río Borosa que, ascendiendo por la montaña, llega hasta la laguna de Valdeazores. En aquella época, nunca llegamos a hacerla… supongo que mis padres pensaron que éramos muy pequeños para hacer tantos kilómetros… y no se equivocaban.

El domingo amaneció un buen día, ligeramente nublado y sin intención de hacer demasiado calor, así que nos aventuramos a hacerla. Con las barrigas llenas y los pies descansados, iniciamos con ánimo nuestra excursión. Para llegar al punto de partida, hay que llegar al Centro de Interpretación Torre del Vinagre, donde se encuentra el museo y centro de visitantes de la zona, en pleno corazón de la sierra de Cazorla. La carreterila que sale justo enfrente es la que nos lleva directamente al parking de la piscifactoría. Aparcamos nuestro coche, cogemos nuestras mochilas e iniciamos la marcha.



 
Cerrada de Elías
Alcanzamos la cerrada de Elías en una hora escasa. Hay unos 5 kilómetros y se llega a ella a través de una pista forestal de tierra y piedrecillas. Más adelante enlaza con un sendero que recorre ambas orillas del río, cruzándolo de vez en cuando por puentes. La cerrada de Elías se contempla desde unas pasarelas colgadas de las rocas, una preciosidad. En mi opinión, éste es uno de los lugares más bonitos que visitar en la zona y, además, la dificultad es mínima, no requiere ningún tipo de preparación física. Es una excursión para todos los públicos. Yo la habré hecho un millón de veces y no me canso de visitarla.

Una vez acabadas las pasarelas, se retoma la pista forestal y continúa unos 3.5 kilómetros en un continuo (aunque ligero) ascenso. Así llegamos a la central eléctrica del Salto de los Órganos que queda encajada en la base de la montaña aprovechando la caída del agua del río para generar energía. Un lugar muy pintoresco y buen punto para parar y hacer un pequeño descanso. Hay una fuente para beber y unas higueras enormes que te invitan a sentarte bajo su sombra. A esta altura de la excursión, llevamos un par de horas de paseo y unos 8.5 kilómetros.


Aquí comienza la recta final de la excursión, el ascenso a la montaña. La subida es dura, hay bastante desnivel y ya empiezas a notar el cansancio en las piernas. Pero, a pesar de esto, el paisaje es impresionante y merece muchísimo la pena. Por el camino encontramos cuevas, preciosas cascadas y pozas, un paisaje idílico. Lo malo es que vas tan cansado que no puedes disfrutarlo como a ti te gustaría. Después de varios kilómetros de subida y casi en lo alto de la montaña, llegamos a unos túneles. A través de ellos discurre un canal con agua y a la derecha queda un pequeño sendero con barandilla por donde hay que cruzar. Hay puntos en los que no se ve absolutamente nada, menos mal que íbamos superpreparados con nuestras linternas y no nos faltó luz en ningún momento. 



Una vez superados los túneles y a 1 kilómetro escaso llegamos por fin a nuestro objetivo: la laguna de Aguas Negras. Cruzamos la presa que contiene sus aguas y encontramos una roca en la que descansar y llenar nuestros rugientes estómagos. Un merecido descanso tras 14 kilómetros y 3 horas y media de caminata.

Laguna de Aguas Negras
Allí arriba se respira una paz impresionante. Lo malo es que se ha nublado y hace bastante fresco, por lo que sin mucha dilación, comenzamos el descenso. Tenemos que deshacer el camino andado, nuestro único consuelo es que esta vez es bajando y no hay punto de comparación. Para volver tardamos casi una hora menos, vamos mucha más rápido y hacemos menos paradas, aunque el cansancio está acumulado y los últimos kilómetros se hacen interminables.

Por fin, llegamos al coche. Son prácticamente las 6 de la tarde. Yo casi no puedo ya levantar los pies del suelo. Conducimos hasta Arroyo Frío y nos echamos al cuerpo unas merecidas y fresquitas cervezas para celebrar que nuestro día ha sido todo un éxito. Hemos logrado nuestro objetivo y lo hemos disfrutado, la recuperación ya es otro cantar…




Endomondo Caminando Workout

No hay comentarios:

Publicar un comentario