viernes, 12 de julio de 2013

Primer contacto: Schiltach, Alpirsach, Freudenstadt, Mummelsee, Baden-Baden



Por ser el primer día, lo hemos dado todo: hemos salido a las 9 de la mañana y llegado a las 22.30… menos mal que íbamos bien desayunados.
Nos levantamos a las 8, nos preparamos y bajamos a desayunar. Frau Cornelia nos tiene preparado un desayuno magnífico, con varios tipos de pan, mantequilla y mermeladas, queso y embutidos variados, café y leche, y todo cuidado al mínimo detalle, hasta las porciones de mantequilla llevan un dibujo de unas cerezas.

Wolfach
Sobre las 9, empezamos la marcha. Primera parada: Wolfach. Bonito pueblo para hacer una breve parada. Nos encontramos un pequeño mercado en la calle y plaza principal y damos una vuelta. A la entrada del pueblo, hay museo-exposición-fábrica de soplado de vidrio y nos acercamos a verlo. Cuesta 5 euros la entrada y está bien, sobre todo, si vas con niños. Puedes fabricarte tu propio jarrón, aunque realmente lo hace el señor, tú sólo soplas un poco por el tubo, jeje. La visita es curiosa, pero no imprescindible. 


Seguimos la ruta hacia Schiltach. Dejamos el coche en el primer parking que encontramos y nos adentramos a pie. Es una preciosidad. Lo primero que nos encontramos es la zona del río, hay una zona de césped a la orilla muy bonita si quieres parar a comer y descansar un rato. Damos un paseo por sus empinadas calles, todo está impecable y perfectamente cuidado, las casas parecen recién pintadas, las calles limpísimas. Llegamos a la plaza principal, también muy bonita, empinada, curiosa. Seguimos un poco más para arriba y llegamos a un pequeño mirador, desde donde se visualizan unas bonitas vistas del pueblo.
Schiltach

Continuamos hacia Alpirsbach, a pocos kilómetros de donde nos encontramos. También un pueblo con mucho encanto. En el centro, hay una gran abadía y, en ella, una antigua fábrica de cerveza. Una de las cervezas que nos encontramos por toda esta zona es la Alpirsbacher, que se fabrica en este pueblo. Damos un paseo por la zona y se nos hace la hora de comer. Nos quedamos con las ganas de visitar la fábrica de cerveza y una imprenta con muy buena pinta que hay justo enfrente.

Habíamos leído que por aquí había una cascada y buscándola, nos metemos por una carretera montaña arriba. No encontramos la cascada, pero paramos en un sendero y plantamos nuestro picnic en pleno bosque.
Con las barrigas llenas, continuamos nuestro camino hacia Freudenstadt. El pueblo no está mal, tiene una plaza principal enorme y con mucho ambiente, pero poco más. Si no vas bien de tiempo, en mi opinión no merece la pena parar. 

Cascada de Allerheilligen
Seguimos nuestra ruta por la Schwarzwaldhochstrasse rumbo a Baden-Baden. La carretera está muy bien y las vistas son bonitas, pero podemos decir que hemos recorrido otras carreteras quizá más panorámicas que ésta, más estrechas y en peores condiciones, pero con vistas increíbles, como la 500, entre Triberg y Friburgo. Aún así, nos gusta y disfrutamos del paisaje. Por el camino, vemos el desvío a la cascada Allerheilligen y nos animamos a cogerlo. A los 8 kilómetros, llegamos a un parking. Dejamos el coche y empezamos la ruta a pie. Lo primero que encontramos es una iglesia en ruinas, impresionante el gran edificio semiderruido en medio del valle. En su interior, tiene montado un escenario, hacen teatro por las tardes. Hay varias rutas a pie, cogemos la más directa. Es sencilla, un sendero de gravilla que bordea el curso del río. Enseguida llegamos a las cascadas, seguimos su descenso por una serie de escaleras. El paisaje es precioso y apenas hay gente. Disfrutamos de un buen rato de naturaleza y fotografías. Lo peor es la vuelta, hay que subir todas las escaleras bajadas, pero nos ha gustado mucho y en nuestra opinión merece la pena desviarse para visitarlas. El recorrido a pie, en total, dura alrededor de una hora.

Lago Mummelsee
Volvemos a la Schwarzwaldhochtrasse y en pocos minutos llegamos al Mummelsee. El lago y el entorno hacen una bonita postal, pero es un lugar bastante masificado. Hay muchas tiendas de souvenirs y afluencia de público. Damos la vuelta al lago y seguimos nuestro camino hacia Baden-Baden.

Llegamos a esta ciudad a última hora de la tarde. Damos un paseo por el centro de la ciudad y visitamos los edificios de las termas. Como es tarde, todas las tiendas están cerradas, pero imaginamos que durante el día habrá bastante ambiente. Volvemos por la orilla del río Oos. Hay mucha gente paseando y cenando en los restaurantes de los alrededores. La ciudad no está mal, muy cuidada y limpia, pero bastante pijilla. Nos cruzamos a un señor haciendo footing más elegante que cuando nosotros vamos de boda.

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